No me robes tu tiempo.
Róbame mis besos.
No me robes tu cuerpo.
No me robes tu piel.
Róbame mis besos
de cenicero y café.
No me robes tu pelo,
déjame enredar en él.
Róbame el alma, si quieres.
el aliento, el aire, el sueño.
Ni de eso soy dueño.
Ni de tu pensamiento
Ni de tus ojos sonrientes.